miércoles, 10 de noviembre de 2010

cautela

Temo que el tiempo envejezca su
mirada y acerque el cansancio.

Temo acompañarlo sin sentido
en la calle, en un baile.
Cansándose de mis palabras,
de mis fuerzas, mi sed.

Espero que no se canse de mi voz aunque
necesite de palabras y tampoco
de las miradas para los besos,
O de mi olor, su suspiro.

Y se aleje con verme a su lado.

Si me siente no he fallado.

Entonces, toque lo que nunca
ha hallado la piel de miel y el frío
cobijado de mis labios.

Que no deje lo que ha amado.

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